El tema del divorcio es algo de lo que escucho mucho en terapia. Sin importar las razones por las que yo como adulto decido junto con mi pareja que lo mejor para ambos es el divorcio, siempre es importante explicar a los hijos que ambos padres estarán ahí siempre.
Una realidad innegable es que, por lo menos en la cultura en la que escribo, hablar de divorcio aun se vincula con hablar de fracaso. Si esto lo ponemos en el contexto de la paternidad no hay mucha diferencia. En la consulta privada escucho frases del tipo: "Queremos salvar la relación porque no queremos que nuestros hijos salgan lastimados" o "es que yo vengo de padres divorciados y no quiero que mis hijos pasen por lo que yo pasé".
No quiero decir que los hijos no deban ser una motivación para salvar la relación de pareja y evitar el divorcio, lo que digo es que no resulta nada saludable para la pareja permanecer juntos solo por los hijos.
Uno de los principales objetivos de la terapia de pareja es evitar el divorcio, y cuando mis consultantes así lo expresan, les hago saber desde el principio del proceso terapéutico que, aunque el divorcio o la separación no es lo que se busca, resulta muy positivo, e incluso conveniente para la terapia, mantenerlo como una opción, quizá la ultima pero opción al fin y al cabo.
Cuando estoy abierto a todas las posibilidades es mucho mas fácil enfocarme a resolver el conflicto de raíz. Entonces cuando la pareja ha trabajado sus resentimientos, habilidades de comunicación, han tratado de resolver sus diferencias de carácter, han puesto limites saludables entre ellos, logran estabilidad económica, resuelven las áreas de oportunidad en su vida sexual o cualquiera que haya sido la motivación para acudir a terapia, muchas veces resulta que la única opción de solución es la separación o el divorcio.
Una vez en este punto de la relación y habiendo revisado la manera en que ambos miembros de la pareja pueden pasar por el divorcio o la separación de manera saludable, conviene revisar el tema de los hijos.
La realidad es que los hijos siempre van a sufrir esta decisión. Sin embargo los padres tenemos la oportunidad de aligerar el proceso de aceptación por el que pasaran. Si estas pasando por una situación de divorcio o separación, te comparto algunos tips para manejar la situación con tus hijos.
- De ser posible, pónganse de acuerdo tu pareja y tu sobre qué les van a decir.
- No culpen a nadie, independientemente de la situación que haya desencadenado el divorcio, la decisión de hacerlo es de ambos desde que uno lo propone y el otro no tiene otra opción que aceptar.
- Hagan saber a sus hijos que ambos siempre estarán ahí para lo que ellos necesiten. Es importante que ellos reconozcan que aunque ustedes ya no sean pareja, siempre serán sus padres.
- No hablen mal el uno del otro, eso solo confunde a sus hijos y puede causar mas daño que el divorcio en si.
- No digan mas de lo que sus hijos necesitan saber. Mientras ellos no hagan preguntas, ustedes no se adelanten a responder.
Ademas de hablar asertivamente con tus hijos sobre el divorcio, en algunos casos el acompañamiento terapéutico puede ser útil también para tus hijos.
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.