-Descubrí que mi pareja me ha sido infiel, mi mundo se desmoronó pero afortunadamente he salido adelante y ahora soy mas feliz". Fueron las palabras de una de mis pacientes que atendí hace algunos años.
En la práctica de la clínica con parejas me he encontrado con que una de las causas principales por las que acuden a terapia las parejas es, ademas de la desconfianza, porque ha habido una infidelidad.
Por alguna razón por ahora ajena al tema, generalmente es la mujer la que toma la decisión de acudir a terapia como pareja, el hombre generalmente se muestra cooperativo aunque muchas veces va mas por imposición de la mujer y en ocasiones puede presentarse apático o desinteresado en la terapia. Cuando les pregunto por qué han acudido a terapia suelo escuchar frases del tipo: "pues ella dice que no le gusta esto de mi" o "yo la verdad no quería venir, pero mi esposa todo el tiempo se queja de mi".
Lo "curioso" es que cuando el hombre ha sido infiel y ha sido descubierto son ellos los que generalmente toman la iniciativa te acudir a terapia.
Otras veces, antes de recibir a la persona en consulta, me llaman para decirme: "-Lo que pasa es que mi esposo me ha sido infiel, ¿qué puedo hacer? Como vemos el problema no es la infidelidad, sino haber descubierto la infidelidad y el desajuste emocional que lleva implícito esta situación. Es cuando la persona traicionada se pregunta: ¿nos separamos o vamos a terapia?
Cualquier tipo de relación, en especial la relación de pareja esta sostenida en gran parte por el vínculo de la confianza; ese compromiso algunas veces implícito, otras explicito a través del matrimonio legal y/o religioso que se asume desde el momento en que dos personas deciden compartir su vida o experiencias juntos.
Este compromiso es el principal afectado en una situación de infidelidad. La persona que ha sido victima se ve en la necesidad de replantearse toda una serie de cuestiones que van desde su físico (quizá ya no le gusto) hasta aspectos mas profundos de autoestima (no soy suficiente para el, por eso busco a alguien mas).
Y hablo de la infidelidad del hombre porque es lo que mas veo en terapia, sin embargo la situación puede ser muy similar cuando la mujer es infiel.
Cuando escucho la frase: "mi pareja me ha sido infiel" suelo preguntarle a la victima: "¿te duele que te haya sido infiel o te duele haberlo descubierto?". Es sorprendente que en la mayoría de los casos la respuesta es "haberlo descubierto". Y con esto no quiero decir que la infidelidad no sea problema, lo es, y uno muy grave. La cuestión que quiero remarcar es que en este como en muchas otras situaciones de conflicto, por no decir que en todas, lo que es mas doloroso es cómo vivo yo la situación, cómo interpreto lo que ha pasado y que pensamientos surgen en mi cabeza cuando me doy cuenta.
En estos casos, a través de un proceso terapéutico lo que se busca es que la pareja evalúe cómo es que se dio la infidelidad, que factores influyeron para que la persona infiel tomara esa decisión o si realmente fue un evento aislado. Una vez que la pareja tiene claro estas respuestas es momento de que decidan (aunque generalmente quien lo decide es la parte afectada) si están dispuestos a perdonar y seguir adelante con su relación o si lo mejor es terminar de la manera mas saludable posible.
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.
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