Si ahora mismo no estás viviendo la vida que quieres, sólo puedes hacer una cosa: cambiar.
El cambio conviene que salga de ti porque de esta manera, cueste lo que cueste, siempre serás tú quien ha decidido ese camino. Puede ser duro, puede ser costoso, pero si estás convencido que quieres llegar al final conseguirás esa vida que mereces para ti.
El soltar parece estar muy de moda en estos días. A diferencia de generaciones anteriores en donde el machismo y el patriarcado dominaban y a la mujer no le quedaba mas opción que aguantar una vida sumisa y resignada, las nuevas generaciones, influenciados por diferentes movimientos que buscan la equidad de genero (no solo desde una perspectiva feminista, también desde las nuevas masculinidades) se dan mas el permiso de alcanzar la felicidad.
Las parejas mas jóvenes se forman ahora en su mayoría por personas que cada vez se ponen a sí mismos como prioridad. Ya no es la mujer quien tiene que soportar una vida de sumisión, ni tampoco lo es el hombre. Tenemos ahora mejor definida la habilidad de soltar lo que nos daña.
Ahora, si la individualidad esta siendo constantemente reforzada en las nuevas generaciones, ¿por qué sigue siendo tan difícil soltar? Nos aferramos tanto a personas, relaciones, costumbres, ideas, emociones que pareciera que el empoderamiento de las nuevas generaciones todavía no produce un efecto realmente significativo en el individuo.
La realidad es que lo que casi siempre nos impide soltar algo o a alguien es el miedo a lo que sigue. Miedo a la soledad, miedo a equivocarnos, miedo a arrepentirnos, incluso algunas veces nos detiene el miedo a dejar de tener conflictos. Muchas veces estamos tan acostumbrados a estar en constante conflicto con una pareja, con un trabajo, con algo familiar, que si soltamos ya no sabremos como funcionar sin el conflicto en nuestra vida. O por lo menos esa es la fantasia que muchas veces nos impide soltar.
El llegar a soltar algo que no me genera bienestar es el resultado de un proceso de crecimiento personal y maduración emocional que implica, dentro de otras cosas, el re-evaluar de forma consciente mis ganancias, mis conveniencias, mis consecuencias con cualquiera de las opciones que yo pueda tomar.
Si ya es pesado y cansado estar cargando lo que sea o a quien sea que estas cargando, si lo sueltas no puede estar peor. Sólo tenemos una vida. ¿Vas a malgastar tus horas y tus días con situaciones que te están matando?
La vida es maravillosa y tú puedes vivir una vida plena si decides cambiar aquello que ahora mismo está fallando. Mereces ser feliz hoy y todos los días de tu vida.
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.
2 thoughts on “Soltar y dejar ir”
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