Hablar o mostrar una sexualidad activa, genera incomodidad en muchas personas. El fin de semana hice una publicación en mi cuenta de Instagram referente al #DíaInternacionalDelBeso.

En la publicación puse una foto y un video besando a mi chica, y me parece muy interesante que cada que publico una foto sugerente o un tanto más “explícita” he observado la misma dinámica.

Por un lado, son las publicaciones que más alcance tienen, lo cual me encanta. Si me sigues de tiempo sabrás que disfruto mucho del exhibicionismo, entonces leer los comentarios y mensajes y ver la reacción positiva de muchas personas que comparten o guardan esas publicaciones, me fascina.

Y, por otro lado, estas publicaciones llevan a que muchas personas dejen de seguir mis cuentas, y por supuesto que no cuestiono sus razones, aplaudo esa capacidad de las personas de elegir qué tipo de contenido les agrada y cuál no.

El reto de las redes sociales

Desde que comencé a ejercer hace ya 8 años, he ido explorando diferentes estrategias de marketing, no solamente para que más personas tengan al alcance información que les ayude a ser mejores, sino también con la intención que estas personas, incluyéndote, tengan a la mano mi información y ser una opción cuando alguien decida comenzar terapia o asistir a algún taller como los que ofrecemos en Casa Revuelta

Trabajar desde redes sociales es mucho más difícil ahora, conforme los algoritmos se han ido modificando. Además de la cantidad de personas que ya ofrecen también servicios de desarrollo personal incluso sin ser psicólogos.

No puedo excluir de la ecuación el factor pandemia, que a muchas personas nos puso en la necesidad de trabajar de manera virtual y encontrar además maneras para manejar los estados de ánimo de repente tan cambiantes y pues resultó en muchos “expertos” en desarrollo personal

Volviendo al punto

Pero bueno ese es otro tema al que pudiera dedicar otra entrada, pero el punto que quiero resaltar es otro y tiene que ver un poco con otra publicación donde hablo de cómo nos da más vergüenza el sexo que la violencia.

En realidad, nos da más vergüenza que muchas otras cosas y seguimos reservando un lugar muy privado para hablar, siquiera, de sexualidad.

Y eso sí: seguimos creyendo y esperando que cuando se presenta una problemática o disfunción sexual, se resuelva por si sola o si alguien tiene que hacer algo, que lo resuelva quien tiene el problema

Los últimos 100 seguidores llegaron en 3 meses, y este fin de semana se fueron 150 y está bien.

Normalicemos hablar de sexualidad

Que mostrar un cuerpo semidesnudo o un beso como acto amoroso siga incomodando, me invita a reflexionar sobre la ardua labor que aún es importante realizar en la educación integral de la sexualidad. Y no me queda más que invitarte, a ti que te sumas a esta causa, a que sigas guardando mis publicaciones, compartiéndolas en tus historias o con personas que creas que les pueda servir.

A seguir participando en las distintas dinámicas que realizo en mis redes: desde los martes de preguntas y respuestas de psicología y sexualidad, las confesiones de los viernes, a seguir mandándome mensajes con dudas sobre temas que te preocupan o te interesan.

Te invito también a seguir participando de mis clases y charlas gratuitas de sexualidad

Si eres terapeuta o trabajas en el sector salud o educativo, también podemos hacer colaboraciones para que más personas puedan seguir informándose de la mano de especialistas

Y por supuesto, mi gran invitación para ti que buscas ser mejor que los que te precedieron, es que asistas también a consulta y talleres, no necesariamente conmigo, aunque por supuesto que me encantaría, sino con quien sea que tú elijas.

O si ya estás llevando un proceso consciente y voluntario de desarrollo personal, comenta con tu terapeuta o guía sobre los temas que te inquietan. Seguro que podrás explorar y aprender mucho sobre ti.