Cuando de pronto te encuentras en un estado melancólico, triste, sin ganas de hacer nada y no sabes bien por qué o simplemente no quieres afrontarlo porque te parece un tema doloroso de recordar, pero aún así lo has estado trayendo a tu vida como un costal de papas echadas a perder sobre tu espalda, reconocer estar enganchad@ a tu pasado es el primer paso para dejarlo ir.

Identifica a qué cuestiones de tu pasado te sigues aferrando:

A logros pasados: sigues recordando el diploma de primer lugar que obtuviste cuando tenías 10 años, a la medalla de aquélla carrera que corriste hace 10 años, al ascenso de hace 5 años en tu trabajo, la vez que te nombraron empleado del mes. Es bonito recordar esos logros obtenidos en el pasado, lo que no es tan bonito es creer que has llegado a la cumbre del éxito gracias a esos logros del pasado, y pienses que has dado lo mejor que tienes. Recuerda que con el tiempo nuestra personalidad se va fortaleciendo, tú vas madurando y con ello tus sueños van madurando contigo. No te conformes con aquellos viejos tiempos, cada día tienes la oportunidad de maravillarte con tu talento y para eso que eres especialmente bueno. Así que plantéate retos nuevos que le den luz a tu vida y puedas seguir en el camino del autoconocimiento.

A un amor del pasado: siguen pasando los años y tú le sigues recordando ¿Qué hará? ¿Cómo estará? y la pregunta más peligrosa ¿Pensará en mí? y ahí es cuando comienza la inquietud y tu talento de detective en las redes sociales para estar más cerca de tu amor del pasado, todo comienza con la curiosidad, sin embargo sabes que es más que curiosidad, anhelas las respuestas a tus preguntas, y el ciclo parece aún más peligroso, te aferras a que tienes un pendiente con esa persona del pasado, muchos por qués, deudas de disculpas, tratar de resucitar ilusiones de las cenizas. Al estar obsesionado con tu conversación interna, pierdes la brújula de tu vida en el presente. ¡Basta de tratar de resucitar muertos! te haces daño y te cierras a la posibilidad de vivir una relación en tu presente. Si no estas con tu amor del pasado es porque ambos contribuyeron para que no echará raíces. Así que por favor, comienza a dar limpieza a tu cabeza de tus exparejas. ¡La vida es ahora! ¡Tú en tu momento presente!

A sentimientos del pasado: aún sigues resentido con aquella persona que te dejó plantado y no te ofreció una disculpa o peor aún estas enojado con la vida porque no te dio las oportunidades que necesitabas para tener un mejor trabajo y mayor solvencia económica. Sigues atado a las cosas que no sucedieron o que sucedieron, pero no era lo que esperabas. Cada vez que recuerdas esos eventos te vuelves a sentir: enojado, triste, resentido, etc. Tu mente está confundida porque esa situación particular del pasado aún tiene influencia en ti y reaccionas igual o más resentido que antes.

¿Te das cuenta de la carga tan pesada que cargas innecesariamente en tu día a día?

¿Te identificas con alguna de estas situaciones? Si es así te invito a acudir a terapia

Psic. Orlando Pérez

2 thoughts on “¿Y tú a qué te aferras?

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