Una exigencia muy común a la sexualidad masculina es tener que durar mucho durante el acto sexual para considerarlo “buen sexo”. Si bien existen hombres de diferentes edades que experimentan lo comúnmente llamado eyaculación precoz, existen muchos mitos acerca de porqué el coito tendría que durar mucho tiempo.

Por un lado, la industria del contenido sexual explícito (pornografía) que «educa» sexualmente a hombres y mujeres. Por otro lado, la creencia de que una mujer necesita un pene enorme para ser penetrada por horas para estar satisfecha (además que un porcentaje alto de mujeres no tiene orgasmos sólo por penetración vaginal) y por último la ya conocida creencia de que el acto sexual «termina» cuando el hombre eyacula.

La sociedad también se encarga de enseñarnos ciertas exigencias que nos llevan a encuentros eróticos cargados de expectativas poco realistas sobre lo que es el “buen sexo”. Estas expectativas generan diferentes conflictos a nivel personal tanto en el hombre como en la mujer; es lo que se conoce como ansiedad por el desempeño.

Entonces cuando no se «cumplen» estas creencias sobre el “buen sexo” comienzan a presentarse conflictos en la relación de pareja.

Buen sexo

La realidad es que ni el encuentro sexual termina cuando el hombre eyacula, ni la mujer necesita largas horas de penetración para poder disfrutar.

En síntesis, es muy importante distinguir la fantasía con la realidad. Es conveniente construir nuestros propios códigos, maneras, modos y caminos para disfrutar de nuestra sexualidad. Sin duda es preferible tener unos 5 minutos de placer y generosidad compartida que sufrir constantemente por no cumplir la meta de la duración.

Considera también la consulta a un especialista si notas algún problema. No esperes a recibir presiones. Hazte cargo, cuídate.