Acudir a terapia por primera vez puede provocar cierto estrés, incomodidad y cierto grado de ansiedad ya que no sólo tienes que compartir información acerca de tus problemas, sino también lo más básico e importante sobre tu vida, como son tu familia, tus antecedentes, tus hábitos, tus relaciones, etc. Todo esto a un perfecto extraño.

Puede ocurrir además que el primer psicólogo al que vayas no sea el más adecuado o no te sientas del todo cómodo, lo que supone pasar de nuevo por la incómoda situación antes descrita, incluso hasta dos o más veces.

Antes de visitar al terapeuta conviene prepararte. Es importante tener en cuenta que estás en un ambiente seguro. El profesional no está ahí para juzgarte, y entenderá si algunas de las cuestiones planteadas te resultan difíciles o vergonzosas. Ten la seguridad de que está ahí para ayudarte.

El proceso puede no resultar fácil, es por eso que quiero compartir contigo algunas recomendaciones que te ayudarán a vivir la experiencia de la primer consulta con más seguridad y confianza:

Se honesto

Perderás tu propio tiempo si no eres honesto con el terapeuta. Si tratas de aparentar un cuadro más optimista o mejor de tu vida de lo que realmente es, el profesional puede llegar a creerte y sugerir un tratamiento que no sea el más adecuado. Date permiso de mostrarte tal cual eres; sin filtro.

No adelantes conclusiones

A veces dejamos que nuestras primeras impresiones determinen  nuestras decisiones. Seguramente la primera vez que te sientes en un consultorio de psicoterapia te fijarás en todo lo que te rodea.

¿Te resulta acogedor y reconfortante? ¿Cómo trascurre la primera charla con el terapeuta? ¿Qué tipo de relación se establece al cabo de unos minutos? ¿Es profesional y amable? ¿O es frío y distante?

Mantener una buena relación con tu terapeuta es ideal para conseguir buenos resultados en el proceso terapéutico.

Finalmente tendrás que confiar en tu instinto, sin embargo es importante darle una oportunidad justa antes de tomar una decisión final acerca de continuar o no con la terapia. Siente la libertad de hacer saber al terapeuta tus impresiones  sobre su trabajo.

Algo de nervios es normal

No es nada raro estar nervioso la primera vez que visitas a un psicólogo. Es una reacción perfectamente normal. Si encuentras dificultad para elegir o encontrar las palabras adecuadas, comparte esos sentimientos de nerviosismo con el terapeuta.

Recuerda, se trata de un ambiente seguro y no te juzgará por sentirte así. Incluso te ayudará a romper el hielo, y ayudará al profesional a entender tus emociones.

Si te esfuerzas por ocultar tu nerviosismo cuando realmente estás nervioso, puedes llegar a estar tan centrado en este esfuerzo que no serás capaz de transmitir todo aquello que realmente te sería útil compartir en una primera sesión. Y esto es válido para cualquier otro sentimiento. Comparte esa sensación con tu terapeuta, será útil para ambos.

Puede ser un paso difícil tomar la decisión de acudir a un psicólogo por primera vez. Pero una vez tomada la decisión, es conveniente mantener la calma y tener confianza en tu capacidad para transmitir lo más relevante en esta primera visita.

Recuerda que tu eres el mejor experto sobre tu propia vida, y que estás allí para mejorar algún aspecto de ella que no te resulta satisfactorio.

 

Adaptado de Grohol, J. (2014). 3 Tips to Remember for Your First Therapy SessionPsych Central.