Sanar tus relaciones de pareja puede ser tan simple como comenzar a confiar en ti. Cuando inicio algún tipo de relación (sea sexual o afectiva) con alguien, me gusta conocer las expectativas que tiene la otra persona.
Cuando sus expectativas no coinciden con lo que yo puedo ofrecer en la interacción o cuando lo que la otra persona ofrece no empata con mis expectativas, tal vez solo seamos amigos o hablaremos de cuando en cuando, o tal vez no nos veamos jamás, saludablemente.
Algunas personas creen que soy “intenso” y lo puedo ver en sus caras cuando pregunto lo que esperan de mí… y está bien. Si la persona se aleja porque piensa que soy intenso al decir lo que quiero y lo que ofrezco desde el principio, a los dos nos favorece.
En concordancia con esto, veo a muchas personas y parejas muy cansadas por el cuidado que piensan deben tener al momento de relacionarse por lo que creen que debe y no debe hacerse al estar conociendo a otra persona.
Es importante comenzar a vivirnos desde la seguridad de que así como estamos en esta etapa de la vida, hay alguien que nos puede aceptar, incluso que está buscando a alguien así.
Alguna ocasión que había acordado conocer a una persona después de intercambiar varios mensajes, me vi minutos antes de ir a la cita un poco preocupado por qué ponerme (esta chica me resultaba sumamente atractiva y quería “ponerme a la altura”).
Cuando me di cuenta de mi angustia por ponerme algo con lo que impactara a la chica, decidí fluir y ser yo. Me dije: “a ver Orlando, si has estado platicando por algunas semanas con esta chica y finalmente coincidieron para conocerse y ella accedió, seguro le gusta lo que ha visto en ti hasta ahora”.
No es necesario hacer nada especial o extraordinario para agradar a alguien, y si para ti es importante expresar desde el principio lo que buscas y lo que ofreces solo hazlo. Si eres de los que prefiere ir tanteando sobre la marcha, solamente sé claro cuando te des cuenta que algo se sale de tus expectativas o de las de la persona.
Muchas veces tratamos de adaptarnos a la otra persona porque nos agrada y queremos agradarle, sin embargo eso se lleva nuestra autenticidad y cuando la relación avanza en tiempo y profundidad del vínculo, y ya no es posible tanta adaptación o condescendencia, explotamos y comenzamos a manifestar nuestras insatisfacciones a manera de queja y comienzan los conflictos.
Tienes en la honestidad de nuestras intenciones una oportunidad de sanar tus relaciones desde que comienzan, lo que da mas seguridad con independencia de la duración de la relación.
Gracias por leerme. Te invito a visitar mi blog con regularidad ya que estaré actualizándolo con cierta frecuencia compartiendo mi experiencia profesional con un toque mas íntimo.
¡Hasta pronto! ✌🏼
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.