¿Cómo una mujer puede permitir malos tratos? Se los voy a contar según lo he visto en la clínica

Todo empieza de forma sutil, sin ser muy consciente de que esas muestras son símbolos de un carácter enfermo quizá por el machismo, ni siquiera puedes llegar a imaginar lo que vendrá. Al principio son pequeños comentarios anulando tu persona (eso no te queda bien, esta comida es intragable, deja, yo lo hago más rápido, el niño se llama como yo diga, etc.) para pasar con el tiempo al insulto directo (inútil, quien te va a querer a ti, con razón no te aguantan en el trabajo, etc.) Primer objetivo conseguido: tu autoestima hundida.

Al mismo tiempo tus lazos familiares y amistades comienzan a ser cuestionados: “Son personas que solo buscan sacar algo de ti”, “no necesitas de esa gente”, o “tus hijos son lo que deberías cuidar más”. Segundo objetivo conseguido: en tu soledad eres una mujer más fácil de manipular.

Y él cada vez con más control para hacer y moverse a su antojo: maneja educación de los hijos, el dinero, tus salidas y entradas, incluso muchas veces hasta lo que tienes que comer. Aunque a estas alturas quizá sientes agotamiento y estas harta, estás tan falta de energía que lo único que pides es sobrevivir día a día con la esperanza de un cambio.

A veces, sucede un gesto amable, un detalle cariñoso y te revuelves, y te preguntas: «¿seré yo la culpable? Quizás él tenga razón porque, mira que sola estoy, algo habrá en mí para merecerme esto.»

Y ves una luz en la relación frente a ese gesto “tierno”. Ahora es cuando todo está casi perdido. Tercer objetivo conseguido: ha afectado a tu salud mental.

Solo queda un golpe de suerte para tu salvación: un amigo o una amiga (los que han permanecido a pesar de las «recomendaciones» de él) que te abra los ojos, un médico o terapeuta, un puñetazo reventando la puerta al lado de tu cara o muchos puñetazos en la cara.

Ninguna persona es tan poca cosa para aguantar malos tratos. Querer controlar tu tiempo y tus actividades no es preocuparse por ti.