Esta es la primera entrada del año y estoy muy contento por los proyectos que vienen para mi ejercicio profesional. Espero que hayas pasado las fiestas decembrinas con armonía y mucha paz. Las fiestas navideñas se prestan para ser escenarios donde la familia se atribuye el derecho de señalar lo que creen que es mejor para otros, y de eso quiero hablarte hoy: escucha tu voz interior
Honrando tus decisiones y tu camino
Constantemente estamos rodeados de opiniones, comentarios y consejos sobre lo que hacemos, cómo vivimos y quiénes somos. Estas voces provienen regularmente de familiares, amigos, colegas e incluso de desconocidos en redes sociales. Aunque muchas veces tienen buenas intenciones, otras simplemente reflejan las perspectivas, miedos o expectativas de quienes las emiten. Esto puede resultar abrumador, especialmente cuando intentamos tomar decisiones importantes o validar nuestras propias elecciones.
La importancia de escuchar tu voz interior
Cada persona ve la vida desde su propio conjunto de experiencias, valores y creencias. Esto significa que las opiniones que recibes de los demás no reflejan quién eres realmente o lo que necesitas en tu camino. Escuchar a los demás puede ser útil para reflexionar, pero no conviene que sea la brújula que guíe tu vida.
Al final, lo que importa más es cómo tú interpretas tus decisiones y el significado que les das. Incluso si los demás tienen razón en algún aspecto, tienes el derecho de aprender por ti misma. Cometer errores no solo es humano, sino también una parte esencial de tu crecimiento personal. Es en esos errores donde encontramos lecciones profundas y nos conocemos mejor.
Tu derecho a equivocarte y retomarte
Muchas veces tememos tomar decisiones equivocadas porque no queremos decepcionar a otros o ser juzgadas. Sin embargo, la vida no se trata de evitar errores; se trata de aprender, ajustar el rumbo y seguir adelante. Cada vez que decides algo, te permites crecer, y cada error se convierte en una oportunidad para empezar de nuevo con más claridad y fortaleza. Y aunque la intensión es salir bien librados, la caída es parte fundamental del aprendizaje
Tus decisiones tienen un valor intrínseco porque son tuyas. Son el reflejo de lo que sientes, piensas y deseas en un momento específico de tu vida. Cuando tomas tus decisiones desde un lugar auténtico, incluso si el resultado no es el esperado, estás honrando tu verdad.
¿Cómo escucharte a tu voz interior?
Para priorizar tu propia voz entre tantas opiniones externas, puedes reflexionar sobre las siguientes preguntas:
- ¿Qué quiero realmente? Trata de conectar con tus deseos más auténticos, sin preocuparte por lo que otros esperan de ti.
- ¿Estoy tomando esta decisión por mí o por complacer a los demás? Asegúrate de que tus decisiones reflejen tus necesidades y no solo las expectativas ajenas.
- ¿Qué es lo peor que puede pasar si me equivoco? Muchas veces, el miedo a fallar es más grande que el impacto real de un error.
- ¿Qué puedo aprender de esta experiencia? Cada decisión trae consigo oportunidades de aprendizaje, sin importar el resultado.
El camino que eliges hoy
La vida está llena de experiencias, y cada día es una invitación a elegir un nuevo rumbo. Algunos caminos te llevarán a destinos esperados; otros te sorprenderán con desafíos y aprendizajes que nunca imaginaste.
Lo importante es que cada decisión que tomes sea un acto de amor propio y respeto hacia tu proceso personal. No tienes que ser perfecta ni complacer a nadie más que a ti misma. Permítete vivir, equivocarte, aprender y, sobre todo, crecer a tu propio ritmo.
Hoy te dejo esta pregunta: ¿Qué rumbo tomarás hoy para honrar tu verdad y seguir tu propio camino?
El valor de tus decisiones no radica en su perfección, sino en que son tuyas. Escucha y confía en tu voz interior, asume tus consecuencias y camina con la certeza de que siempre puedes volver a empezar si lo necesitas.
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.