Decidir amar no solamente se basa en un sentimiento que surge de la nada; es una práctica consciente que requiere esfuerzo y dedicación. A menudo pensamos que el amor lo es todo para mantener una relación a flote, pero la realidad es que para amar bien a una pareja se necesita desarrollar ciertas habilidades. Estas habilidades son fundamentales para cultivar una relación sana, equilibrada y profunda. A continuación, exploraremos algunas de ellas.
1. Autoconocimiento: Conócete para Amar Mejor

Para poder amar plenamente a otra persona, primero es importante conocernos a nosotros mismos. Esto significa tener claridad sobre nuestras emociones, nuestras fortalezas, nuestras vulnerabilidades y nuestras necesidades. Cuando una persona se conoce a sí misma, puede compartir con su pareja desde un lugar auténtico, sin expectativas irreales o proyecciones. Este autoconocimiento permite también establecer límites saludables, algo esencial para cualquier relación equilibrada.
Reflexión: ¿Conoces tus propias emociones y cómo influyen en tu relación?
2. Escucha Activa: El Poder de la Comprensión
Escuchar es una de las habilidades más poderosas y menos valoradas en una relación. No basta con oír lo que la pareja dice; es necesario escuchar con atención, tratando de comprender sus palabras, emociones y necesidades. La escucha activa implica dejar de lado juicios y responder con empatía. Cuando escuchamos a nuestra pareja de esta manera, fortalecemos la confianza y creamos un espacio seguro para la comunicación abierta.
Consejo: Cuando tu pareja hable, intenta escuchar sin interrumpir ni apresurarte a ofrecer soluciones. A veces, solo necesita sentirse comprendidx.
3. Resolución de Conflictos: Enfrentando las Diferencias con Respeto

Al decidir amar, los conflictos son inevitables. Lo que marca la diferencia entre una relación que crece y una que se deteriora es cómo se manejan estos conflictos. La habilidad para resolver problemas de manera respetuosa y colaborativa es crucial. En lugar de ver los desacuerdos como amenazas, podemos verlos como oportunidades para conocer mejor a nuestra pareja y fortalecer la relación.
Estrategia: En lugar de buscar “ganar” una discusión, busca entender el punto de vista de tu pareja. El objetivo no es tener razón, sino encontrar soluciones juntos.
4. Cuidado y Atención: Pequeños Actos que Suman Amor
Amar a alguien implica también cuidar de su bienestar emocional. No se trata de grandes gestos heroicos, sino de pequeños actos de cariño, respeto y atención diaria. Un abrazo, una palabra de ánimo o simplemente estar presente en momentos difíciles pueden hacer una gran diferencia en la vida de la pareja. Estos gestos muestran que la relación es una prioridad y que el vínculo se cuida activamente.
Recuerda: No es solo decidir amar. El amor se construye con acciones diarias que reflejan compromiso y cuidado.
5. Manejo de las Expectativas: Amar desde la Realidad

A menudo, nuestras expectativas son las que generan más conflicto en una relación. Es fácil caer en la trampa de idealizar a nuestra pareja o la relación misma, lo que lleva a la desilusión cuando la realidad no coincide con nuestras expectativas. Amar bien implica ser consciente de nuestras expectativas y trabajar en alinearlas con la realidad. Esto no significa conformarse, sino aprender a valorar la relación tal como es, con sus imperfecciones.
Reflexión: ¿Estás amando a tu pareja tal como es, o la estás comparando con una idealización?
Conclusión
Decidir amar, más que un sentimiento espontáneo, es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y el esfuerzo. Requiere autoconocimiento, escucha activa, la capacidad de resolver conflictos, cuidado y atención, y una gestión saludable de las expectativas. Cultivar estas habilidades nos permite construir relaciones más saludables, donde el amor no solo se siente, sino que se practica a diario.
Recuerda que una relación sólida se basa en estos cimientos, y al trabajar en ellos, estarás construyendo una relación más equilibrada y duradera. Y si quieres que te acompañe, envíame mensaje en la burbuja de WhatsApp.

Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.