En una relación de pareja, el cariño y la admiración no son simples sentimientos que surgen de forma automática. Estos pilares fundamentales requieren un esfuerzo consciente y constante para ser cultivados. Sin ese cuidado, pueden volverse frágiles y erosionarse, afectando la estabilidad de la relación. Gottman, experto en relaciones de pareja, ha identificado que estas dos cualidades son esenciales para construir una base sólida que permita enfrentar los desafíos y fortalecer el vínculo emocional.
Cariño y admiración: la base de la amistad en pareja
A menudo se pasa por alto la importancia de la amistad dentro de una relación amorosa. Sin embargo, es precisamente la amistad, con su mezcla de cariño y admiración, la que mantiene vivo el respeto mutuo. Recordar las cualidades positivas de tu pareja, aun en momentos de tensión, es una herramienta poderosa para evitar que la relación se deteriore. Este ejercicio de gratitud nos ayuda a mantener una visión equilibrada, donde los defectos no nublan el valor y las virtudes del ser amado.
El cariño y admiración actúan como antídotos contra uno de los enemigos más destructivos de las relaciones: el desprecio. Según Gottman, el desprecio es uno de los “cuatro jinetes del Apocalipsis” que pueden arruinar una relación. Si cultivamos activamente el respeto por nuestra pareja, es menos probable que en los momentos de conflicto aparezcan gestos de desdén o crítica. En lugar de permitir que el disgusto se infiltre, el respeto mutuo ayuda a suavizar las discusiones, recordando que, a pesar de las diferencias, seguimos valorando y honrando a nuestra pareja.
Cuando se mantiene una base sólida de aprecio, es más fácil evitar las críticas, practicar la empatía en lugar de la defensividad y abrirse emocionalmente en lugar de cerrar la comunicación.
Cuando estas se agotan
Si en una relación el cariño y la admiración se han extinguido, la relación enfrenta serios problemas. Sin la creencia fundamental de que tu pareja es digna de respeto y honor, es difícil imaginar cómo se puede disfrutar de una vida en común. La falta de estos sentimientos convierte las interacciones cotidianas en un campo minado de críticas y resentimientos, lo que dificulta la conexión y el disfrute mutuo.
Si notas que estos sentimientos han comenzado a desvanecerse en tu relación, el primer paso para recuperarlos es tomar consciencia de su valor. No son algo superficial o secundario, sino que son la base sobre la cual se construye la felicidad a largo plazo. La práctica diaria de expresar aprecio, recordar las cualidades positivas y mantener una actitud de gratitud puede revitalizar el cariño y la admiración que, en esencia, mantienen viva la relación.
Conclusión
El cariño y la admiración no son simplemente sentimientos agradables; son indispensables para la salud y el éxito de cualquier relación de pareja. Requieren un cultivo constante, pero los frutos que ofrecen son invaluables: respeto, conexión emocional, y una mayor capacidad para enfrentar los desafíos juntos. Si estos elementos se mantienen presentes, el vínculo será más fuerte, y las dificultades, aunque inevitables, se podrán afrontar con mayor fortaleza y resiliencia.
Sexólogo y psicoterapeuta humanista de individuos adultos, parejas y grupos desde el 2015.
Formación en terapia Gestalt y Eneagrama, especialista en educación de la sexualidad y maestro en Sexología.
Hago talleres de sexualidad y desarrollo personal en Casa Revuelta.