La iluminación está  sobrevalorada. Los años mas recientes, ademas de mi práctica profesional que me ha enseñado la gran importancia de esto, me he dedicado a conocerme de formas que no habría imaginado antes.

Gonzalo Morán, cita a Jung en su libro “Bajas pasiones” y transcribo:

No es posible despertar la conciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que parezca, para evitar enfrentarse a su propia alma…Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su propia oscuridad.

Es una cita que por no tener bibliografía jungiana no he leído directamente de Jung, más desde que la escuche hace algunos años mientras cursaba la Maestria en sexología tocó fibras sensibles en mí.

Durante ese curso me reencontré con las enseñanzas de Claudio Naranjo, psiquiatra chileno discípulo de Fritz Perls. Verme de frente con todas esas formas en que me he mentido durante gran parte de mi vida fue desgarrador.

Perls y Naranjo psicología tijuana
Fritz Perls (izquierda) Claudio Naranjo (derecha)

Dentro de esas “cosas absurdas” de las que hablaba Jung, muy intelectualmente comencé a “entender” mi personalidad y ahi tienes: mi carácter tratando de entender a mi carácter. No podia ser otro el resultado que caer en un espiral de mas confusión y mas pelea interna ahora contra mi propio carácter (nada sorprendente en un 6 😅).

Y así, sin darme cuenta fui haciendo a un lado el trabajo y tuve la impresión de que por fin había encontrado mi punto de equilibrio donde según yo podia manejar mi carácter. Seguía meditando mucho, iba a terapia de manera regular más me mantenía en la superficie cómoda de mi ego.

Mientras los años transcurrían, llegaron a mí varios autores que hacían constante énfasis en el aquí y ahora, no como lo aprendí mientras me formaba como terapeuta Gestalt, aunque mientras escribo esto me doy cuenta que son las mismas enseñanzas, simplemente no estaba listo para verlo plenamente.

Ouspensky, en su psicología de la posible evolución del hombre, me mostró que seguía dormido en mi inconsciencia y que nunca estaría despierto, sino que mi “consciencia” era en realidad el recuerdo de pequeños destellos de consciencia que experimenté antes.

Ouspensky psicólogo tijuana
P. D. Ouspensky

Y pues un día pasó, en una búsqueda de visión pude entenderlo TODO.

Lo que a continuación describo es solo un intento. La realidad es que en el momento en que le puse palabras en mi cabeza, había limitado esa grandiosa experiencia a una serie de palabras carentes de sentido para quien busca certezas.

Aquí es donde tuvo sentido para mí lo que Lao Tsé escribió al comenzar el Tao Te King: “el Tao que puede llamarse Tao, no es el verdadero Tao.

Pude ver al universo colapsar para surgir en un nuevo AHORA, mismo que al instante colapsaba para volver a surgir un nuevo AHORA, en una secuencia tan rápida, que me recordó la vieja manera de hacer animaciones, donde se dibujan secuencias de movimientos y al presentarse tan rápido uno después del otro, pareciera que la figura cobra movimiento.

Pude ver ahi la impermanecia. No quedarnos fijados en una experiencia que acaba de desaparecer para surgir en una nueva experiencia tan rápidamente que pareciera que una sigue a la otra, cuando es una experiencia totalmente nueva, fresca.

Durante esa maravillosa experiencia no había palabras. No podia describir si mi cuerpo se sentía de tal o cual manera, simplemente mi cuerpo ESTABA (así es, ya me había fijado en ese pasado).

Lloré por muchos minutos mi muerte venidera. Sabia que al instante siguiente o cuando terminara mi búsqueda de vision, me habría olvidado de mí, de ESTAR. Solamente recordaría la experiencia pasada.

Entonces me dije: nada importa, realmente todo eso que han dicho tantos maestros es real, la vida solamente se trata de vivirla. Ese ya es el sentido de la vida. Recordé todas las veces que había escuchado eso y supe que por mucho que yo tratara de compartir mi experiencia, cada quien debe vivirla para ser real.

Supe a qué se refería Don Juan explicando al “cabeza dura” Castaneda como es que absolutamente nada importa, y precisamente por eso es importante.

Don Juan Matus y Carlos Castaneda
Don Juan Matus y Carlos Castaneda

Mi lado pesimista rápidamente comenzó a elucubrar las maneras en que mandaría toda la vida al carajo, después de todo nada importaría y yo mismo nunca sería consciente. Mi Ser, entonces respondió sabiendo que no podia hacer nada mas que los maestros de la antigüedad y actuales: VIVIR manteniendo cada vez mas breve mi olvido de mí y acompañar a otras personas a que encuentren su propio camino.

Más palabras, solamente serian redundantes y lo que viví ya no importa. Quise compartir contigo en otro intento para que veas que la vida solo se trata de vivirla, NADA MÁS.

La iluminación está sobrevalorada. Al final, en la iluminación ni siquiera hay luz.

¡Hasta pronto! 🤙🏼