La comunicación eficaz dentro de las relaciones de pareja es un tema de bastante interés. No resulta sorprendente ser uno de los principales motivos de consulta que recibo en mi consultorio pues hablar, no es sinónimo de comunicar. La comunicación tiene que ver con qué y cómo se dicen las cosas.

Hombres y mujeres nos comunicamos de una manera diferente y, desde la infancia, los agentes sociales y culturales se encargan de remarcamos esas diferencias.

Las mujeres tienden a ser más habladoras (en cuanto a que suelen tener mayor disposición a hablar), más correctas y discretas en sus discursos y a expresar sus ideas de forma más emotiva.

Por el contrario, los hombres se expresan de manera más firme y segura, articulando discursos más racionales que emotivos y usando términos menos expresivos.

Son sólo distintos estilos de comunicarse y de afrontar las situaciones de la vida. Si esperamos que el otro sea como yo, el CONFLICTO ESTÁ LISTO.

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Por eso es tan importante saber comunicar, pero para esto es importante aprender a saber qué nos ocurre y a expresarlo de manera correcta. Es una tarea ardua –pero no imposible-, pues trabajar la inteligencia emocional debería ser asignatura obligatoria desde la infancia, para aprender a reconocer nuestras emociones y saberlas manejar.

Les quiero confesar que cuando una pareja en terapia refiere que no discute, se me disparan las alarmas. Discutir NO es sinónimo de enfrentamiento. Discutir es hablar, es dialogar, es llegar a un consenso para alcanzar un objetivo dentro de un marco de cooperación.

Lo que hay que entender es que “hablar” no es “comunicar”, como comentaba al principio, pues mucha gente habla y habla y no está transmitiendo nada significativo. Comunicar es saber hacer explícita una serie de cuestiones/problemas pero, sobre todo, saber escuchar al otro activamente. Es decir, poner atención plena en el otro y tomar interés por lo que se escucha y se observa.

Practicar la escucha activa tiene múltiples beneficios como por ejemplo: Creamos un clima positivo, captamos el sentido exacto del mensajes del emisor, obtenemos información relevante del mensaje del emisor, aprendemos de las experiencias de nuestra pareja e identificamos objetivos y sentimientos.

 

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