El conflicto más común en las relaciones

Luisa dice:

– Rene no me habla, me avisas si te dice algo.

– Rene no contesta mis mensajes.

– No puedo confiar en él, lo he descubierto en mentiras.

– Siento que no le importo

Rene dice:

– Luisa siempre me hace demasiadas preguntas.

– Ella no confía en mi, siempre anda revisando mi teléfono, preguntándome a donde voy.

– Se la pasa diciendome lo que debo hacer, aconsejandome sin que se lo pida

– Siento que trata de controlarme.

Sin duda alguna has escuchado situaciones muy similares al ejemplo de arriba, o quizá tú mismx haz experimentado una situación así. Puedo decir abiertamente que yo sí lo he escuchado incontables veces en los años que he estado trabajando como terapeuta de pareja. Aunque puede haber variaciones, probablemente este es el conflicto de pareja que más escucho en mi consultorio.

Luisa piensa que René nunca toma la iniciativa. Él rara vez propone ideas para realizar los fines de semana, lugares a los cuales ir, etc. Incluso en su vida sexual, es ella quien generalmente toma la iniciativa. Constantemente lo presiona para que él abra su corazón y exprese sus sentimientos. Ella le manda un texto que toma horas para que él responda, a pesar de que ella ha visto mensajes en el teléfono de él a otras mujeres. Ella cree que el esconde algo y que es ella quien esta haciendo el mayor esfuerzo en la relación.

Él, por su parte, piensa que Luisa siempre lo esta presionando – pregunta constantemente sobre su día, a dónde va, que está pensando. René no contesta los mensajes de texto porque esta ocupado en el trabajo; los mensajes que Luisa ha visto son con compañeras de trabajo y solo hablan de trabajo, pero ella no le cree. Cuando él llega a proponer un plan para el fin de semana o incluso propone tener relaciones sexuales, la mayoría de las veces ella lo critica o exagera cualquier conflicto. René ha aprendido que es mejor mantener su boca cerrada.

En mi  consultorio todo esto se convierte en una gran pila de evidencia con la que cada uno intenta demostrar que tiene la razón. Lanzan argumentos sobre las palabras de los textos, quién de ellos estaba evadiendo tener sexo o si simplemente estaban cansados, etc. Quién se siente mas ignorado o atacado, quién es demasiado sensible, quién esta sacando la realidad de proporción, siempre tratando de tener cada uno la razón. No llegan a ningún lado.

Difieren en cuanto a sus necesidades. Lo que tienen en común es su ansiedad.

Seguramente cada uno hace solamente lo que cree que es mejor para su relación. Quizá ella fue engañada en alguna relación importante pasada o quizá sus heridas vienen de la infancia (abandono parental, por ejemplo). Quizá él ha estado en relaciones donde las mujeres han sido demasiado posesivas, considerando también sus propias heridas emocionales de la infancia (padre o madre opresores, por ejemplo).

Es importante mencionar también que esta situación no necesariamente se da así. Quizá sea él quien constantemente busque estar con ella y sea ella quien busque su propio espacio. Cualquiera que sea el caso, el patrón de conflicto es igual.

Cuando Luisa comienza a sentirse ansiosa por la falta de conexión, entonces empieza a «atacar». Lo que dispara la ansiedad de René y él decide retroceder o aislarse aun más, lo que suele incrementa la ansiedad de Luisa convirtiendo la situación en un cuento de nunca acabar. Cuando intentan hablar al respecto, la conversación se convierte en una lucha de poderes, cada uno tratando que sea la otra persona la que cambie. Si no solucionan su situación probablemente se convierta en una profecía auto-cumplida. Eventualmente, René terminará por estar harto y se irá o finalmente será infiel, confirmando la sospecha y el temor de Luisa.

Si acaso la historia de Luisa y René se parece a la tuya, o has escuchado algo parecido de parte de un amigo, en los próximos días te voy a compartir algunas herramientas para cambiar la situación. Es importante decir que las mejores herramientas son aquellas que experimentas por ti mismx en terapia. Hasta pronto.