Recientemente me hicieron una sugerencia en mi página de Facebook y me pidieron escribir un poco sobre el aumento en el indice de divorcios que se ha presentado en los últimos años y cómo poder influenciar en la juventud actual que en ocasiones toma la decisión de casarse sin considerar todos los factores relacionados y que muchas veces terminan en divorcio.

Para empezar quiero hacer referencia a las estadísticas en México según datos del INEGI. Según esta información, al 2013 19% de los matrimonios realizados a lo largo y ancho del país, terminó en divorcio. Comparado con el 2005, en donde solo el 12% de matrimonios se divorció. Pareciera una diferencia mínima y un 19% no suena muy elevado; sin embargo, el mismo INEGI menciona que en 2013 hubo 583 mil 264 matrimonios registrados en todo el país. Esto nos arroja una cantidad de 110 mil 820 divorcios registrados en 2013. El número ya no es tan pequeño, ¿cierto?

Bien, estos datos sin duda reflejan una condición social muy preocupante. Y lo preocupante no es en si la cantidad de divorcios registrados en el 2013, que según datos del INEGI el porcentaje ha aumentado en 2015. Realmente lo que preocupa es el patrón conductual y falta de compromiso que existe ahora, mas marcadamente en la gente joven, pero que no es exclusiva de ellos.

Y la cuestión es que entre mas divorcios y separaciones hay, hay mas madres solteras (que no siempre cumplen con el apoyo del padre para educar y mantener a los hijos), y el patrón aprendido por estos niños pues es el de poco compromiso, falta de responsabilidad, incapacidad para decidir asertivamente el momento correcto para formalizar una relación, entre otros; lo que se refleja en un incremento (como lo muestra el INEGI) en el indice de separaciones y divorcios, y así sucesivamente se van incrementando mas los números año con año. 

Mas que un problema psicológico, es un fenómeno social que nos afecta a todos. Un factor psicológico que afecta significativamente esta situación, es la manera en que los niños enfrentan el divorcio de sus padres. Sería muy complicado, si no imposible detener el incremento en la cantidad de divorcios dado el circulo de donde se siguen generando. Sin embargo, si como adultos somos capaces de tomar la decisión del divorcio, podemos ser capaces de hacerlo de la mejor manera posible para nuestros hijos; y es aquí donde los psicólogos podemos influir directamente.

Si estas pasando por una situación difícil en tu relación de pareja puede ser tu oportunidad de aportar tu granito de arena. Te recomiendo acudir a terapia, primero para intentar resolver la situación por la que estés pasando; si en el camino te das cuenta que lo mejor es definitivamente la separación, entonces podrás aprender a mostrarle a tus hijos que una situación no es lo peor que puede pasar. Podrás enseñarle que aunque la relación de sus padres no funcionó, eso no quiere decir que la institución de la pareja no tiene valor. Sin duda puedes convertir tu separación (si fuera el caso) en una situación de aprendizaje para tus hijos, no importa la edad que tengan.

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Psic. Orlando Pérez

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